jueves, 6 de febrero de 2014

Sobre las conmemoraciones históricas.

Está próxima la celebración de los Mártires de la tradición, festividad en que los carlistas honramos, por indicación de D Carlos VII, la memoria de los que, a lo largo de los últimos dos siglos han muerto en los campos de batalla por defender los ideales de Dios, Patria, Fueros y Rey Legítimo. Soy poco amigo de escribir sobre temas históricos porque si algo tiene el carlismo, a pesar de que muchos nos quieren encerrar en los museos, es que es una fuerza viva. La fuerza viva más longeva de Europa. Y como fuerza viva, tiene mucho que decir sobre los problemas que vivimos hoy, que son heredados de aquellos contra los que lucharon nuestros predecesores y murieron por intentar evitarlos.

Jóvenes carlistas de toda España frente a los intentos separatistas, el pasado 12-O en Barcelona.
Para escribir sobre estos temas ya hay gente que sabe mucha más historia que yo. A mí me gusta hablar sobre cómo los carlistas tenemos soluciones para los problemas de hoy en día, cosa que ni el capitalismo, ni el socialismo, en ninguna de sus vertientes, ha demostrado tener. La gente se empeña en darse de cabezazos contra la pared, experimentando, y no ven que la solución práctica ya se ha desarrollado en España, demostrando su viabilidad. En fin.

La idea de escribir sobre este tema me la dio mi hijo, cuando me inquirió información al respecto de la “excursión” que haremos a Bocairente (Valencia) el próximo 8 de marzo. Como niño corriente de su edad – 9 años -, está más interesado en que le cuente grandes de batallas de la historia, y no tanto en las proposiciones actuales para derribar a un sistema político y económico, del que le cuesta recordar el nombre.

Subida a la Ermita de Bocairente - Marzo 2013 -.

Terminando de contarle la historia de la Batalla de Camorra (acaecida en Bocairente durante la 3ª Guerra carlista), me surgió la duda a mí. ¿Tiene realmente sentido que sigamos recordando año tras año hechos ocurridos desde hace 180 años? ¿Porqué no pasamos página y nos dedicamos a pensar solamente en el futuro?... Estas preguntas y otras similares, me rondaban la cabeza.

La respuesta no puede ser más clara. Para saber a dónde vamos, tenemos que saber de dónde venimos, y cómo hemos llegado hasta aquí, sin que esto suponga que nos tenemos que centrarnos en esa historia, y no avanzar con el resto de la sociedad. Los carlistas nos reunimos a recordar a los que cayeron defendiendo los mismos ideales que defendemos hoy en día, y lo hacemos por varios motivos.


En primer lugar queremos honrar su memoria porque ellos marcaron el camino que otros seguimos hoy. Lo hacemos para rogar a Dios por sus almas, y las de los enemigos de entonces también. Por otro lado, y porqué no reconocerlo, pasamos un día de campo muy sano rodeados de familiares y amigos. Pero el motivo más importante es recordarnos que esa gente dio lo más valioso que tenían – la vida – por defender un ideal. No luchaban por dinero, ni por fama, ni por reconocimiento social. Eran voluntarios que simplemente luchaban por defender sus ideas. Porque una cosa que se tiende a olvidar es que las guerras en que hemos participado los carlistas han sido guerras defensivas. Para defender la tradición, los fueros, la religión, y al Rey. Nunca los carlistas han iniciado una contienda bélica por capricho o en busca de alcanzar el poder por la fuerza de las armas, y el que diga lo contrario, simplemente miente.


Voluntarios carlistas de la 3ª Guerra carlista (1872 - 1876).
Al perder las guerras, los liberales, que las han ganado, nos han conducido hasta la situación actual. Así que, querido lector, te voy a hacer una pregunta, que te sonará rara, pero me gustaría que la reflexionaras. Viendo la sociedad en la que vives, tú, que nunca lo habías pensado y seguramente te sonará a cuento, ¿no te consideras también un perdedor de las guerras carlistas?.


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