viernes, 18 de julio de 2014

Hoy es 18 de Julio.

Soy poco amigo de hablar del pasado, aunque sea glorioso, del carlismo, porque creo que el pasado es para los museos, y corremos el riesgo de que, a base de hablar tanto del pasado, no logremos salir de los museos, que es donde nos tienen arrinconados los liberales. Pero hoy es 18 de Julio. Y los carlistas tenemos motivos sobrados para considerarlo un día muy importante para nuestra causa centenaria, aunque no todos esos motivos sean agradables. Hagamos una excepción a la regla y hablemos del pasado. Nuestros requetés y margaritas lo merecen.

Tal día como hoy, del año 1936, siguiendo las órdenes dadas por el Legítimo Rey de Las Españas, SMC D Alfonso Carlos I, (mientras el ilegítimo Alfonso -causante directo de la situación política - seguía escondido como una comadreja en Roma), se incorporaban al alzamiento nacional los voluntarios carlistas, agrupados en los Tercios del Requeté y la organización de las Margaritas, bajo supervisión directa del que luego le sucedería, por aquel entonces, SAR D Javier de Borbón Parma.
Alphonse-Charles de Bourbon (Duc d'Anjou et de San-Jaime).jpg
SMC D Alfonso Carlos I, Rey Legítimo de España entre 1931 - 1936.


Bajo la consigna de "Mañana en Pamplona a las 6", la mañana del 19 (sí, 19) de julio de 1936, la Plaza del Castillo de Pamplona aparecería repleta de Requetés listos para acudir a los campos de batalla. Algunos de ellos fueron enviados al norte (provincias vascongadas) y otros directamente a Madrid (quedando frenados en su avance en la Sierra Norte de la capital. Pero no sólo en Pamplona. También en Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla, Granada, Toledo, y en casi todos los territorios españoles, miles de carlistas, fieles a la orden emitida desde Bayona por el Rey, partieron como un solo hombre a luchar por Dios, la Patria, los Fueros, y el Rey Legítimo. Muchos de ellos no volverían. 


No voy a hacer mención especial a ningún carlista o acción de armas en particular, por ser de sobra conocido el tema expuesto, y por parecer una injusticia nombrar algunos y otros no. Baste decir que, sin la participación de los requetés y las margaritas en las primeras horas, el alzamiento no habría triunfado en muchas de las plazas donde fue un éxito, y así lo reconocían los propios militares al decir que "en los cuarteles sólo hay hombres uniformados a los que no se puede calificar de soldados, y por esto recurrimos a ustedes". También haré referencia a que a lo largo de la guerra, más de 60.000 requetés pasaron por sus Tercios, con una mortalidad del 10 % (6000 caídos en combate), siendo utilizados como fuerza de choque por su valentía, y corría un dicho por las filas republicanas que decía que "no hay nada más peligroso que un requeté recién comulgado".

Otra de las características de estos bravos combatientes era su manera de hacer la guerra. "Disparad, sí, pero disparad sin odio", era una de sus premisas: luchar para defender los ideales, pero sin odiar al adversario. Es de sobra conocido que los combatientes carlistas ofrecían cuartel piadosamente a los que se rendían en sus posiciones, no habiendo documentada ninguna ejecución sumaria realizada por los requetés.

La primera pregunta que cabría hacerse sería, ¿y porqué acudieron los carlistas en 1936 a la guerra?. Tengamos en cuenta que el movimiento se estaba preparando principalmente por los carlistas, por un lado, y por el ejército, por otro. El mismo ejército liberal que nos había derrotado en 3 guerras declaradas y algunas insurrecciones puntuales, plagado de antiguos monárquicos alfonsinos, y con una idea a futuro de crear un directorio militar, manteniendo, incluso la República y la bandera tricolor. ¿Qué nos llevó a unirnos al ejército y a dejar de lado una parte importante de nuestra cosmovisión de la sociedad?.

Dos Margaritas de "Frentes y Hospitales" en el Hospital Alfonso Carlos I, con un requeté herido.
Pues se pueden dar muchas y muy variadas causas de nuestra participación. Entre ellas, se podrían destacar: El ataque a los edificios religiosos, la impunidad de los militantes de izquierdas cometiendo desmanes contra propiedades carlistas (círculos y propiedades privadas), la revolución marxista / libertaria en proceso desde febrero del 36, el ataque a la integridad de la Patria desde algunos territorios, nuestro carácter monárquico tradicional frente al sistema republicano, el sentimiento de indefensión frente a todos estos atropellos, ..... Todas juntas fueron lo suficientemente graves, para que el Rey y la Junta de la Comunión decidieran desistir del alzamiento unilateral carlista y apoyara a los militares, realizando uno conjunto.

Profanación de tumbas en un convento de religiosas durante la II República.

Sobre nuestra participación, me gustaría resaltar algún aspecto, desconocido para la mayoría del público no carlista, como el reseñar que los militares querían seguir manteniendo la república, con todas sus enseñas (incluída la bandera tricolor), a lo que la Junta de la Comunión Tradicionalista se negó en redondo. Y eso fue una condición "sine quanon" para salir con el ejército. Así que, si hoy, la bandera de España es la rojigualda, es gracias a los carlistas. Como anécdota, el día 18 de julio, en el cuartel de artillería de Barcelona, con toda la tropa y voluntarios armados, preparados para salir, el capitán que arengaba la tropa acabó con un "Viva la República". Acto seguido, los carlistas dejaron los fusiles en el suelo, se quitaron las cartucheras y respondieron que para luchar por la república con ellos no contaran.... y se marcharon a sus casas.



Sobre las consecuencias de nuestra participación en la Cruzada ........ Pues, como decían los propios requetés en sus cartas a las familias en casa, se podría resumir en la conocida frase una frase: "Ganamos la guerra pero perdimos la paz". Desde la forzosa unificación de todas las fuerzas políticas en la tristemente recordada FET y de las JONS, pasando por el exilio forzoso del Delegado de la Comunión Tradicionalista, D. Manuel Fal Conde y de SAR D Javier, siguiendo con la implantación de la dictadura, eliminación de cualquier asomo de reinstauración de monarquía tradicional, o recuperación de los fueros, .....


Margaritas y requetés en el Frente de Teruel.


Pusimos la flor y nata del carlismo a disposición de los vencedores, y a cambio sólo recibimos el trato de los vencidos. Como ejemplo, y además de las expulsiones anteriormente descritas, a la semana de la liberación de la ciudad de Barcelona, la Junta Carlista de Cataluña en pleno estaba en la cárcel por motivos políticos. No me imagino mayor sinsentido.


Como cúlmen de lo anteriormente expuesto, SAR D Javier de Borbón Parma, terminó la II Guerra Mundial en el campo de Concentración nazi, tristemente famoso Dachau, donde se le tuvo que practicar una trepanación en el cerebro sin anestesia, por un médico judío del campo, para salvar la vida. Y todo esto, con la complacencia de Franco.


SMC D Javier I, entonces SAR D Javier de Borbón Parma.

A modo de resumen, sobre nuestra participación en la Cruzada, se podría decir que HICIMOS LO QUE TENÍAMOS QUE HACER y cumplimos con nuestro deber. Fuimos leales al Rey y a nuestros ideales. La historia nos juzgará por ello, pero podemos tener la cabeza bien alta ya que no faltamos en el campo del honor cuando hicimos falta.


IN MEMORIAM para TODAS las víctimas de la contienda, pero muy especialmente para todos los Requetés, Margaritas, Familiares y afectados carlistas de la misma. Vosotros marcasteis el camino. GRACIAS.

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